Ese miércoles 20 de enero comenzó la aplicación de la segunda dosis de la Sputnik V. Hasta ese momento todo marchó según lo que se había estipulado. En total fueron 1.500 dosis las que se destinaron a Chubut, de las cuales 500 llegaron a Comodoro Rivadavia.

Según se pudo reconstruir, las dosis fueron a la dirección del Área Programática Sur, dentro del perímetro del Hospital Regional.

Al día siguiente, el personal sanitario mayor de 60 años recibió la primera dosis. Fue en el área de rehabilitación. Pero nosotros solo colocamos la vacuna”, manifestó Eduardo Wasserman, director del establecimiento. No hace acopio: sólo se abre, se coloca y si hubiese excedente, se devuelve.

En plena campaña de vacunación contra el COVID que tiene como destinatarios prioritarios al personal de salud, trascendió el faltante de treinta dosis correspondientes al segundo componente. Contaron al menos 30 vacunas menos. Intervino el Ministerio Público Fiscal y la investigación quedó a cargo de la fiscal Andrea Rubio, con la supervisión del jefe de los fiscales Juan Carlos Caperochipi.

Quedó firme condena de la "causa de las bombachas" contra Milagro Sala
Esta causa cuya condena quedó firme, es por un hecho que ocurrió el 13 de octubre de 2014. La madre de Vargas le pidió ayuda a Sala para que interviniera por su hija.

Según informa el sitio ADN Sur, fuentes del centro de salud confirmaron que se abrió un sumario interno y que se radicó una denuncia por hurto. El último viernes la fiscal Rubio se presentó en el Hospital Regional junto a efectivos policiales para recabar datos del hecho: inspeccionó el lugar del hecho, recolectó testimonios y solicitó las filmaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento.

Al parecer, las alarmas nunca se activaron ni hubo movimientos sospechosos.

En este contexto, el ministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich, confirmó el inicio de una investigación interna y la presentación correspondiente en la Fiscalía por la desaparición de las 30 dosis de la Sputnik V del Hospital Regional. Comodoro Rivadavia no sale del estupor.