Jeniffer Gates, hija de Bill Gates, se aplicó la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y bromeó sobre las teorías de conspiración.

La joven de 24 años es estudiante de medicina y ya se encuentra en la fase de experiencia, asistiendo a clínicas médicas para ayudar a los profesionales de la salud en la recta final de su graduación.

En redes sociales compartió una fotografía después de haberse vacunado y en la que se dejó ver con cubrebocas sosteniendo una etiqueta con la leyenda "Yo tengo mi vacuna Covid-19".

Por último, resaltó que "cuantas más personas se vacunen, más seguras serán nuestras comunidades para todos. Como estudiante de medicina y aspirante a médico, estoy agradecida de que me brindará protección y seguridad para mi práctica futura", afirma. "Yo tengo el privilegio de recibir mi primera dosis de ARNm para enseñar a mis células a generar una respuesta inmunitaria protectora a este virus", escribió en su cuenta de Instagram.

El empresario se vacunó la semana pasada con una dosis de Moderna en California.

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Durante meses, diferentes personas antivacunas, algunas de ellas celebridades de importante alcance social, han replicado la teoría de que la vacuna -que Gates ha impulsado a través de tecnología para su acceso y animando a las personas para que se la apliquen- contiene un microchip que controlaría la mente de la gente.

Sobre las teorías de la conspiración que protagoniza su padre, la joven Gates señaló que "lamentablemente, la vacuna no implantó a mi padre genio en mi cerebro, ¡ojalá el ARNm tuviera ese poder!".

Además, la hija de Bill Gates no perdió la oportunidad de bromear sobre las teorías de la conspiración en torno de la figura de su padre y las vacunas contra el coronavirus. "Uno de los beneficios de tener 65 años es que soy elegible para la vacuna [contra] covid-19", escribió.

"Decidí que mi voz pública debía estar realmente centrada en la tragedia de la pandemia y el trabajo que debíamos hacer para llevar vacunas a todo el mundo", recuerda el multimillonario estadounidense, que a través de la Fundación Bill y Melinda Gates es uno de los promotores de la Alianza para la Vacunación (GAVI). Para ello, añadió, la ciencia debe alcanzar un avance “radical”, al cual los países deberán destinar recursos para la investigación y desarrollo o de lo contrario el mundo estará destinado al fracaso.

Esta fundación es una de las organizaciones caritativas privadas más grandes del mundo, con dotaciones de hasta $49.8 mil millones de dólares.