Según los investigadores, estas armas se pueden vender por 10.000 dólares por pieza.

Las autoridades sospechan que algunos de ellos pudieron terminar en países vecinos como Brasil o Argentina.

Los fusiles tipo Fal reemplazados son de procedencia brasileña y habían sido guardados por distintas jefaturas policiales.

Más rifles comenzaron a aparecer en los mercados negros, lo cual detonó una investigación de parte de la milicia paraguaya.

Los rifles robados habían sido llevados al depósito de armas debido a que la policía los estaba reemplazando por modelos más nuevos.

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Anunció que si bien es cierto, son sumas considerables de dinero, había un servicio que superaba los 10 millones de pesos.

Las réplicas, de madera y plástico y poco parecidos a los fusiles de gran calibre FN FAL originales, hicieron que algunos medios calificaran el suceso como el "escándalo más vergonzoso" en la historia del cuerpo policial del país.

En tanto, todo el plantel que pertenecía al departamento de Armas y Municiones de la Policía Nacional paraguaya fue apartado de su cargo y se encuentran bajo investigación, incluyendo al director de la sede.

Fue entonces que llamaron a expertos en armamentos para que realizaran más pruebas y determinaran si había algo raro, así se descubrió que eran falsos.

Expertos del departamento de criminalística constataron tras una inspección técnica que se trata de imitaciones de armas y en su informe remarcaron que "no cuentan con ningún tipo de mecanismo de disparo".

El entrevista con Radio Uno, el fiscal Federico Delfino habló sobre este caso y manifestó que desde el Ministerio Público actualmente están trabajando para poder identificar a los responsables del robo, quienes -de acuerdo a las presunciones- serían los propios agentes de policía.